Cuando elaboramos nuestras mezclas de primera calidad, ponemos especial cuidado en la seguridad. Siempre manipulamos las materias primas y los productos finales de forma que podamos garantizarle medios de cultivo seguros. Aquí le contamos cómo lo hacemos.
Manipulación y almacenamiento de materiales con cuidado
Nos aseguramos de que las materias primas y los medios de cultivo listos para usar sean manipulados y almacenados en un entorno higiénico. Solo usamos materias primas de primera calidad, provenientes de fuentes confiables. Una vez que recibimos los componentes, hacemos análisis para comprobar su calidad. A continuación, enumeramos otras medidas que tomamos para garantizarle medios de cultivo seguros:
- Trabajamos de forma ordenada, siguiendo los lineamientos de seguridad relevantes.
- Ponemos sumo cuidado para garantizar que nuestras plantas de producción permanezcan limpias y sin fuentes de contaminación, como malas hierbas o plagas.
- Limpiamos nuestras herramientas y maquinaria de forma periódica.
- Almacenamos las materias primas en un área protegida. De esta forma, limitamos el riesgo de contaminación por condiciones climáticas como lluvia y viento.
- De forma periódica, tomamos muestras de las materias primas y de los productos para garantizar su seguridad.
- Utilizamos materiales de empaque confiables para garantizar que los medios de cultivo lleguen a los clientes en la condición deseada.
Veamos con mayor atención las materias primas de primera calidad que mencionamos anteriormente.
Turba: un material limpio y seguro
Uno de los principales componentes de nuestros medios de cultivo en la turba europea. Si se la cosecha en los lugares adecuados y se la manipula correctamente, la turba es uno de los materiales más seguros y confiables que podemos emplear.
El lugar de cosecha contribuye a la seguridad de los medios de cultivo
Cosechamos la turba en turberas antiguas ubicadas en Europa. Cuando seleccionamos las áreas de cosecha, verificamos no solo la calidad y la accesibilidad generales de la turba, sino que la turba provenga de turberas ubicadas en lugares remotos. De esta forma, nos aseguramos de que estén lejos de los asentamientos o de las actividades humanas que podrían causar algún tipo de contaminación. Asimismo, solo usamos turberas que no hayan sido utilizadas para el cultivo anteriormente. Al asegurarnos de que las turberas no hayan estado en áreas habitadas o cultivadas, podemos garantizar a nuestros productores una materia prima limpia y segura.
La turba proviene de la descomposición de los restos de las plantas. Por lo tanto, también tiene mucha historia. Si podemos garantizar que la turba no contenga restos de plantas en descomposición proveniente de los cultivos, se reduce mucho la posibilidad de que presenten estos patógenos.
Sin embargo, esto no significa que la turba que usamos en nuestros medios de cultivo seguros no contenga ningún microbio. Por el contrario, ¡tienen un montón! Pero estos microorganismos, de hecho, contribuyen a la seguridad de los medios de cultivo. Veamos cómo funciona.
Los microbios de la turba ayudan a controlar las enfermedades de las plantas
Entonces, durante el largo proceso de descomposición que atraviesa, la turba atrae a varios tipos de microbios beneficiosos. Cuando empleamos esta turba en nuestros medios de cultivo seguros, queremos que los microbios permanezcan, pues garantizan que la mezcla se mantenga activa y permita el desarrollo de las plantas. De hecho, los microbios pueden dar soporte a las plantas y prevenir enfermedades de distintas formas. El primer tipo de microbio beneficia la distribución de nutrientes en todo el medio de cultivo, lo que mejora la absorción nutricional de las plantas. Otros microbios suprimen la acción de patógenos comunes ya que los destruyen.
Este proceso hace que los microbios se vuelvan inofensivos, lo que ayuda a las plantas. También existen otros microbios más específicos que, prácticamente, ahuyentan a los malos. Lo logran gracias a las sustancias que producen, las cuales actúan como antibióticos naturales.
Algunos microbios beneficiosos incluso desarrollan una relación simbiótica con las raíces de las plantas. En ese caso, crean una barrera física (como una “micropelícula”) alrededor de las raíces. Así, el micelio fúngico nocivo no puede penetrar y dañar el tejido de la planta, por lo que las raíces se mantienen sanas.
Finalmente, algunas especies de hongos beneficiosos requieren los mismos nutrientes que podrían usar los microbios potencialmente dañinos, lo que minimiza la posibilidad de que estos últimos se desarrollen en los medios de cultivo.
Como puede observar, estos microbios beneficiosos realmente protegen y ayudan a sus plantas de muchas formas, lo que le permitirá enfocarse en la seguridad alimentaria.
Gracias a nuestros medios de cultivo seguros elaborados con turba, cada productor tiene garantizada una excelente base para que sus alimentos sean seguros.
